Los pulmones son los órganos encargados de oxigenar la sangre, un proceso esencial para la vida. Pero, no trabajan solos, necesitan de los músculos y otras estructuras para poder expandirse y contraerse. Sigue leyendo y descubre cómo funcionan los músculos respiratorios y cómo puedes ejercitarlos sin aparatos.
¿Qué músculos intervienen en la respiración?
La respiración es un proceso complejo que permite al cuerpo obtener oxígeno y desechar el dióxido de carbono. El proceso de intercambio gaseoso se lleva a cabo en los alvéolos de los pulmones. Pero, la verdad es que, en este mecanismo intervienen muchos más que los pulmones, entre ellos están los músculos respiratorios.
La contracción y relajación rítmica de ciertos músculos permite la expansión de los pulmones (inhalación) y la retracción (exhalación). Los músculos que intervienen en este proceso son:
- Diafragma: Cuando este músculo se contrae, crea un espacio que ocupan los pulmones cuando se hinchan.
- Intercostales internos y externos: Tienen la misma función, en la respiración, que el diafragma. Crear más espacio para tener más aire.
- Abdominales: oblicuos internos, recto abdominal, oblicuos externos y el músculo transverso.
- Accesorios: ubicados en el cuello (escalenos, esternocleidomastoideo), tórax (pectoral mayor y menor, supracostales), paravertebrales (serratos y trapecio) y los de la cara, boca y faringe.
¿Cómo funciona la musculatura respiratoria?
La respiración requiere de dos procesos fundamentales para llevarse a cabo que son la inspiración y la espiración. Pero, estos mecanismos varían según el estado de la persona. No es lo mismo si estás tranquilo o si tienes una alta demanda de oxígeno debido a algún problema respiratorio o el ejercicio físico.
Respiración tranquila
El diafragma es el músculo más importante en la respiración. Ya que, cuando se contrae permite la expansión de la caja torácica y los pulmones. Esto permite la entrada de oxígeno a los pulmones. En este proceso de inspiración tranquila también intervienen los intercostales. Luego, durante la espiración la caja torácica, por retroceso elástico, vuelve a su punto de origen.
En estas condiciones los músculos accesorios no juegan un papel importante. Pero, cuando están demasiado rígidos, producto de alguna enfermedad, pueden dificultar la respiración normal.
Respiración agitada
Cuando haces ejercicio o tienes dificultad para respirar intervienen más músculos en la respiración. Los del cuello y paravertebrales ayudan en la expansión de la caja torácica y los abdominales promueven una espiración más rápida y marcada.
Entrenamiento de la musculatura respiratoria y sus beneficios
Así como se entrenan en el gimnasio los glúteos, piernas y bíceps también se pueden entrenar los músculos respiratorios. Existen diversos ejercicios muy sencillos de hacer que te ayudan a mejorar la respiración.
Estos son útiles para las personas sanas. También benefician quienes sufren algún trastorno respiratorio o se encuentran convalecientes de una cirugía.
El verdadero entrenamiento de musculatura respiratoria se realiza con un equipo especial (un entrenador de inspiración y de espiración). Este equipo permite regular la resistencia del aire de forma exacta. Esto logra que el avance sea paulatino y medible. Conforme pasa el tiempo se va modificando la resistencia para aumentar el trabajo respiratorio.
Pero, también puedes iniciar con algunos ejercicios en casa. Por ejemplo:
· Inspiración forzada. Toma aire hasta no poder más y mantén la respiración por 5 segundos. Luego bota el aire poco a poco. Cada día aumenta más el tiempo de inspiración.
· Insuflación de un globo. Inspira con normalidad y coloca la punta de un globo dentro de tu boca. Trata de inflar el globo mientras sueltas el aire.
· Espiración forzada. Acuéstate con los brazos cruzados detrás de tu nuca. Procede a inspirar y luego espira con la boca fruncida mientras intentas juntar tus codos en el centro.
Recomendaciones al momento de hacerlo
Algunas recomendaciones que hay que tener en cuenta para realizar los ejercicios de forma segura son:
- Tener tres horas de ayuno como mínimo.
- Disponer de tiempo suficiente para realizar el entrenamiento. Es importante estar tranquilo y relajado en el proceso.
- Buscar orientación de un profesional de terapia respiratoria antes de iniciar.
- Avanzar poco a poco. Las primeras sesiones deben ser de 5 minutos en intervalos de 1 minuto (1 minuto de trabajo y 1 minuto de descanso).
No importa si estas sano o si tienes algún problema respiratorio o una cirugía reciente te recomendamos realizar este entrenamiento bajo supervisión médica. La idea es que seas cada vez más fuerte y no que empeore tu condición, por eso es importante que tengas un guía.
Recuerda que si bien son ejercicios sencillos algunas condiciones de salud pueden dificultar su práctica. Y, forzar en exceso a tu organismo puede ser perjudicial.
Además, la resistencia de los equipos entrenadores inspiratorios y espiratorios deben ajustarse según tu condición. Conforme se fortalezcan tus músculos puedes ir aumentando la dificultad. Esto solo puede determinarlo un especialista.
Estudios científicos relacionados a la musculatura respiratoria
Existen varios estudios que demuestran la eficacia del entrenamiento de los músculos respiratorios para mejorar el rendimiento físico y algunas enfermedades. A continuación, hablaremos de algunos de ellos:
Mejor capacidad pulmonar luego de una cirugía de bypass coronario
En un estudio algunos pacientes realizaron un entrenamiento respiratorio antes de la cirugía y otros no. Los pacientes que ejercitaron su respiración tuvieron mejores resultados en el test de caminata de 6 minutos y menor tiempo con ventilación mecánica postquirúrgica. Además, tuvieron una recuperación más rápida tras la cirugía.
Contribuye en reducir la presión arterial
En un estudio, donde participaron 90 pacientes hipertensos, se evidenció que los músculos respiratorios fuertes contribuyen a la disminución de la presión arterial. La población de pacientes que siguió un entrenamiento respiratorio y actividad física aeróbica por 6 semanas mostraron cifras de tensión arterial inferiores a quienes solo practicaron actividad física.
Mejora los síntomas del asma
En un estudio se decidió incluir el entrenamiento muscular respiratorio dentro del programa de terapia respiratoria. Los niños que realizaron ambas cosas tuvieron una mejor función respiratoria al finalizar las 6 semanas del programa. Además, tenían un mayor alivio de los síntomas.
Bibliografía
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